Los nuevos retos de la parroquia Cristo Maestro

La Parroquia Cristo Maestro, ubicada en la localidad de Usaquén al norte de la ciudad, pertenece a la Vicaría Episcopal de Padre Misericordioso. Fue creada canónicamente en la  por el entonces arzobispo de Bogotá monseñor Luis Concha Córdoba,  a través del Decreto Arzobispal número 348 del 30 de noviembre de 1965, la parroquia ha sido un faro espiritual para los fieles desde sus primeros días de actividad.

Ubicada  en el barrio Bella Suiza, la parroquia Cristo Maestro ha sido un lugar de encuentro y devoción para la comunidad local. El nombre del barrio, Bella Suiza, rinde homenaje tanto a las familias suizas que habitaron el sector en sus inicios como a un restaurante icónico llamado Bella Suiza que solía encontrarse en la carrera Séptima.

La parroquia tiene una amplia cobertura en la zona, abarcando desde la Calle 134 al norte, la Calle 127 al sur, la Carrera 7 al este y la Carrera 9 al oeste. Junto con otras parroquias como Santa Bibiana, Santa Bárbara de Usaquén, Nuestra Señora del Monte Carmelo (dirigida por los Padres Eudistas), conforman el Arciprestazgo 7.1. de la Vicaría Episcopal Territorial Padre Misericordioso. Atiende los barrios Bella Suiza y Ginebra, así como instituciones educativas como la Universidad El Bosque, la Clínica Cobos y varios concesionarios, centros médicos, supermercados Fruver y Carulla, así como oficinas de empresas privadas.

Ha tenido una serie de párrocos a lo largo de los años, cada uno dejando su huella en la comunidad:

• Padre Hipólito Arias Delgado (1965-1970)
• Padre Esteban Contreras Galvis (1971)
• Monseñor Fernando Piñeros Concha (1971-1972)
• Padre Luis Guillermo León Corral (1972-1979)
• Monseñor Jaime Pinilla Monroy (1980)
• Padre Elías Portales Albeda (1980-1982)
• Padre Jorge Vicente Micolta Piñeros (1982-2000)
• Monseñor Álvaro Fandiño Franklin (2000-2011)
• Padre César Baracaldo Vega (2011-04-de julio de 2017)

Comunidad 

La comunidad de la parroquia está compuesta en su mayoría por residentes del sector, que incluye empleados, comerciantes, pensionados, estudiantes y profesionales. A lo largo de los años, muchas de estas familias han vendido sus casas y han dado paso a la construcción de edificios residenciales y oficinas. Esto se debe en parte a que muchos de sus hijos y familiares han emigrado al extranjero. "Es una comunidad que quiere la parroquia, se siente identificada con ella. La pandemia mostró ese sentido de pertenencia que tiene la comunidad con su parroquia", indica  su actual párroco el padre Franz Monroy, quien acompaña esta comunidad desde el año 2017.

Se cuenta con los grupos habituales de la parroquia como: Catequistas, ministros de la palabra, monaguillos, EPEM y COPAE y además una presencia fuerte de Emaús y EFFETÁ.  El padre Monroy tiene como reto acercar el evangelio a los conjuntos y edificios residenciales "Por sus características se hace difícil entrar y llegar a las personas en estas realidades de vivienda, por eso el reto es llevarles el evangelio y poder conectar con las personas". 

El padre Monroy siente el compromiso y la necesidad de Dios de esta comunidad "He experimentado tres etapas distintas en esta parroquia.  Primero, la etapa previa a la pandemia. Luego, la etapa durante la pandemia y los confinamientos. Y finalmente, las restricciones de bioseguridad. Ahora, me encuentro en esta nueva realidad que estamos viviendo. He tenido la gracia de estar en esta parroquia durante todas estas realidades. He conocido las personas que la conforman, apreciado su cariño, su profundo sentido de compromiso y su necesidad de Dios. Mi objetivo ha sido llevarles el agua viva que es el evangelio."