La Orden de San Agustín en Colombia celebró nuevas ordenaciones sacerdotales y diaconales
De Fray Brayan Fernando Ulloa Guillén, O.S.A. y Fray Pablo Steven Contreras Salazar, O.S.A. y , la ordenación diaconal de Fray Miguel Ángel García García, O.S.A y Fray Juan Sebastián Bernal Bello, O.S.A.
La Eucaristía solemne fue celebrada en la capilla Nuestra Señora de la Consolación ubicada en el Liceo Cervantes “El Retiro”, y presidida por el excelentísimo monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, obispo de Neiva, acompañado por el vicario provincial, P. Fray Ronal Antívar, O.S.A. y la comunidad de los padres Agustinos.
En la homilía, monseñor Marco Antonio expresó que los nuevos sacerdotes y diáconos necesitarán tener una fe tan grande como la de San Juan Diego y la Virgen María para ponerse en las manos de Dios y seguirle fielmente como discípulos y misioneros. “Si esta fe existe en la vida de Brayan Fernando, Pablo Steven, Miguel Ángel y Juan Sebastián, como aquel niño nacido de la Virgen, se convertirán en un signo de esperanza para la Orden de San Agustín, para la Iglesia y para el mundo entero, un signo de esperanza que iniciará su ministerio en el marco del Año Jubilar”.
Seguidamente recordó que, “San Agustín aconsejaba en su Carta 21 que para poderse dedicar al ministerio eclesiástico era necesario, como dice el Evangelio: pedid, buscad y amad; palabras que él traducía como orar y orar mucho, estudiar la Palabra de Dios y finalmente llorar, entendiendo que el llanto es la mejor manera de clamar al Señor”.
“Bendito sea el tiempo que se les cumplió, tiempo esperado y que hoy se hace realidad. Serán sus vidas y el testimonio de su fe, la tilma en la que se refleje la imagen perfecta de Dios que quiere liberarlos del pecado, hacerlos sus hijos y herederos de su reino de amor”, puntualizó Monseñor.
El vicario provincial, P. Fray Ronal Antívar, O.S.A. agradeció a Dios por las bendiciones recibidas en este día. “Damos gracias a Dios porque les ha hecho tres llamadas especiales, la primera, a ser religiosos, a ser frailes, la segunda, al orden sacerdotal y la tercera, a vivir el carisma de San Agustín. Damos gracias también por la vida de sus familias que han encomendado a sus hijos a nuestra comunidad, a la Iglesia, ustedes han ido experimentando que no han perdido a sus hijos sino que los han ganado para el Señor”.
Al finalizar entregó dos nuevas afiliaciones a la Orden de San Agustín, a monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, obispo de Neiva y, a la señora Rosa de Polanco, por su identificación con el espíritu y los ideales agustinianos de unidad, lealtad, caridad, así como por los innumerables servicios prestados, lo cual los hace participes de los beneficios espirituales que se derivan de las misas, oraciones, sacrificios y buenas obras de los hermanos y las hermanas de la Orden de San Agustín en todas partes del mundo.
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