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La Misa Crismal manifiesta la plenitud sacerdotal del obispo, su unión con el clero y con el pueblo de Dios

3 de abril de 2023
La Misa Crismal manifiesta la plenitud sacerdotal del obispo, su unión con el clero y con el pueblo de Dios
En la celebración los presbíteros renuevan sus compromisos sacerdotales, y el obispo bendice el santo crisma y los demás óleos usados en los sacramentos.

Este Lunes Santo, en la Catedral Primada de Colombia se celebró la solemne Misa Crismal, presidida por el arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, y concelebrada por el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá; los obispos auxiliares: monseñor Germán Medina Acosta y monseñor Luis Manuel Alí Herrera; y por el Consejo Episcopal. Participó el presbiterio arquidiocesano, diáconos, la vida consagrada y fieles laicos en sus distintos carismas.

 

MC 1

 

Reconocer y acogerse a la acción del Espíritu Santo, fue el llamado central del arzobispo a sus sacerdotes y a los bautizados.

 

“La iglesia profesa su fe en el Espíritu Santo, que es Señor y dador de vida (…) El Espíritu Santo es un torrente de gracia, es la tercera persona de la Santísima Trinidad, es el amor del Padre y del Hijo que se nos da”, precisó el prelado.

 

En esta línea, el también presidente del episcopado colombiano, señaló que todos los bautizados, hombres y mujeres, “tenemos la convicción de que el Espíritu Santo actúa en todas las vocaciones del pueblo de Dios; de Él brota la gracia de los sacramentos; Él nos conduce para que caminemos juntos como misioneros de la esperanza, de la reconciliación, del diálogo, del encuentro, de la cultura y la civilización del amor, como servidores del Reino de Dios”.

 

HOMI MC

 

“Es el Espíritu Santo la unción de todo el pueblo de Dios”

Continuando con su homilía, monseñor Luis José se refirió a las distintas vocaciones del pueblo de Dios y a la acción santificadora del Espíritu Santo en cada una:

- El Espíritu del Señor en la vocación y en la misión de los fieles laicos. Con la gracia del sacramento del Bautismo los fieles laicos han recibido la presencia viva del Espíritu Santo, como conductor y guía de su vida. El Espíritu obra en el corazón, en la vocación y en la misión de cada uno, tanto en la vida familiar, social, y en la vida  eclesial.

 

“Cuando los laicos se dejan renovar por el Espíritu Santo, se renueva la historia, la sociedad, la Iglesia”, entonces, agregó el arzobispo, todos están llamados a poner sus dones en una ministerialidad que renueve la Iglesia, la sociedad, que santifique la familia, y contribuya al anhelo de esperanza; de la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural; de reconciliación y paz.

 

“Cuando los laicos en sus familias se dejan conducir por el Espíritu Santo se santifican y podrán intervenir en la historia de nuestro pueblo colombiano … aportando, con la moción del Espíritu, a superar las conflictividades, las polarizaciones que nos dividen y generan violencias que nos destruyen”.

El Espíritu del Señor en la vocación y misión de la vida consagrada, femenina y masculina. Es el Espíritu Santo el que suscita y fortalece la opción radical y comprometida con el Evangelio, la respuesta generosa al Señor.

“Es el Espíritu Santo quien guía el crecimiento y madurez de una respuesta plena, positiva … sostenida en el trascurso de los años, en la realización de su misión a favor de la sociedad, como pueblo de Dios”, precisó.

 

“Es el Espíritu Santo quien forma y plasma el ánimo de los llamados a configurarse con Cristo, pobre, casto y obediente; y moviéndolos a acoger la misión”.

 

En la Arquidiócesis de Bogotá, manifestó, estamos inmensamente agradecidos por la presencia abundante, comprometida, renovadora y generosa de religiosos, religiosas, que trabajando por el tejido social y eclesial, que hacen presencia de Jesucristo con su Evangelio, a través de su servicio, constante.

El Espíritu del Señor en la vocación sacerdotal. Ante las inquietudes y fragilidades que pueden experimentar los consagrados en su vida y ministerio, siempre se debe tener presente que el Espíritu Santo obra, afirmó el prelado.

“Nos hace falta una certeza interior, dice el Papa Francisco, y es la convicción de que Dios puede actuar en cualquier circunstancia”.

 

Esa certeza del Espíritu Santo en nuestra vida, agregó, “es lo que el Papa llama el sentido de misterio, y tenemos que recuperar, hermanos sacerdotes, el sentido de misterio; es decir, la profundidad de la vida, la vida interior que se alimenta en la Palabra, en la oración, en el silencio de nuestra vida sacerdotal”.

 

“Saber con certeza que quien se ofrece y se entrega a Dios por amor, como lo han hecho ustedes, siempre serán fecundos ese amor y esa entrega”.

 

mc 2

 

Renovación de los compromisos sacerdotales

 

Al volver a celebrar la conmemoración anual del día en que el Señor Jesucristo comunicó a los Apóstoles su sacerdocio, el presbiterio renovó sus compromisos sacerdotales y se acogió a la oración del pueblo de Dios.

 

MC 3

 

Bendición de los Óleos

 

Finalizada la renovación de los compromisos sacerdotales, monseñor Luis José Rueda Aparicio, delante del altar, recibió de los ministros las ánforas con los aceites para ser bendecidos y los dones de pan y vino.

 

MC 4

 

El óleo de los enfermos, cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, remedia las dolencias del alma y del cuerpo, para que los enfermos puedan soportar y vencer con fortaleza el mal y conseguir el perdón de los pecados.

El óleo de los catecúmenos, para la preparación ritual hacia el Bautismo. Con este óleo se extiende el efecto de los exorcismos, pues los elegidos reciben la fuerza para que puedan renunciar al diablo y al pecado, antes de que se acerquen y renazcan de la fuente de la vida.

El santo crisma, significa que los cristianos, injertados por el bautismo en el misterio pascual de Cristo, participan con la unción de su sacerdocio real y profético, y reciben, por la confirmación, la unción del Espíritu Santo que se les da en plenitud.

Con el santo crisma se consagra en los ritos del Bautismo, la Confirmación, la Ordenación y se dedican nuevos altares e iglesias.

A continuación, homilía de la Misa Crisma 2023 en la Arquidiócesis de Bogotá:

Homilía de monseñor Luis José Rueda Aparicio en Misa Crismal
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones
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