Inició la Asamblea Eclesial Arquidiocesana de manera presencial

Este jueves 21 de noviembre, la Arquidiócesis de Bogotá dio inicio a la fase presencial de su Asamblea Eclesial Arquidiocesana, contando con la presencia del señor cardenal Luis José Rueda Aparicio y de monseñor Edwin Vanegas, obispo auxiliar de Bogotá. Además, de más de 600 animadores de la evangelización, entre agentes de las pastorales educativas, voluntarios, y representantes de los Centros Pastorales de Escucha, participaron activamente en esta jornada de reflexión y compromiso.

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La jornada inició con una oración y una contextualización de la asamblea. Luego, el momento más esperado fue la intervención del padre Santiago Guijarro Oporto, quien llegó desde España y abordó la influencia histórica de la caridad cristiana en la evangelización.

El padre Santiago Guijarro, destacó la forma en que las primeras comunidades cristianas desarrollaron un modelo distintivo de ayuda social, inspirado en las enseñanzas de Jesús. Situado en un contexto de extrema desigualdad en el Imperio Romano, este enfoque cristiano surgió en contraste con las limitadas prácticas de caridad en la sociedad romana, que eran accesibles principalmente para familias adineradas.

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Guijarro explicó que los cristianos no solo ayudaban a los necesitados dentro de su comunidad, sino que extendían su apoyo a quienes no compartían su fe. Las acciones de caridad incluían distribución de alimentos y ropa, atención a los enfermos, hospitalidad a extranjeros y cuidado de huérfanos y encarcelados. Este enfoque único fortaleció los lazos de solidaridad y compasión, marcando una diferencia notable en la sociedad de la época.

El impacto de este modelo de caridad fue profundo en la evangelización. La generosidad de los cristianos, organizada y constante, atrajo a muchos al cristianismo, evidenciado incluso por el emperador Juliano, quien señaló el éxito de la fe cristiana gracias a su dedicación hacia los pobres y marginados. El padre Guijarro concluyó que esta práctica de amor al prójimo fue clave en la difusión del cristianismo y sentó las bases de una nueva responsabilidad social que ha influido en la civilización occidental hasta nuestros días.

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Posteriormente, los participantes pudieron profundizar en el contenido a través de sesiones en grupos pequeños. Divididos en subgrupos de cinco personas, los asistentes reflexionaron sobre preguntas clave, como los rasgos de la comunidad cristiana primitiva presentes en sus prácticas y los compromisos que asumen para fortalecer la misión arquidiocesana. Tras un espacio de diálogo en plenaria y la presentación de conclusiones, la jornada culminó con una oración mariana y un canto de acción de gracias, dejando un mensaje de esperanza y unidad en la misión evangelizadora de la Iglesia en Bogotá.

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