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Escucha, acompañamiento y trabajo en red, pilares de la pastoral juvenil en la Arquidiócesis de Bogotá

12 de mayo de 2023
Coordinación arquidiocesana de jóvenes
El padre Eduardo Andrés Ávila Antonio, nuevo delegado arquidiocesano de jóvenes, entrega detalles del trabajo y proyecciones en esta pastoral.

Reconociendo el gran potencial, frutos y desafíos que representa la evangelización, el acercamiento y acompañamiento a los jóvenes en la vivencia de su fe, el padre Eduardo Ávila ha destacado la importancia de la escucha, de la generación de espacios de participación, de la presencia en entornos en los que se desenvuelven los jóvenes, y el reconocimiento de que “los mismos jóvenes evangelizan otros jóvenes … que son semillas de esperanza”.

 

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“Hay que quitar los miedos o los pensamientos negativos, abrir el corazón y reconocer que aquí podemos participar todos”, agrega al tiempo que insiste en la importancia de escuchar a los jóvenes, reconocer que ellos pueden aportar en la maduración de la fe, en la espiritualidad, “que pueden trabajar en la formación y nosotros acompañarlos. Ellos pueden proponer acciones sociales y actividades culturales, todo esto acerca al joven”, precisa.

A dos meses de asumir como delegado arquidiocesano para los jóvenes, el trabajo del padre Eduardo, de la mano del equipo que acompaña esta pastoral, se ha centrado en la identificación de experiencias significativas juveniles en el territorio arquidiocesano; de los liderazgos, movimientos, comunidades religiosas y distintos grupos que vienen trabajando pastoralmente con los jóvenes. También, en el reconocimiento de las principales necesidades en el acompañamiento.

Dos grandes frutos se esperan de este trabajo, el primero, la construcción de un directorio arquidiocesano que concentre el trabajo con los jóvenes, las iniciativas relacionadas con este tema; así como la construcción e implementación de propuestas concretas de acercamiento y vinculación de esta población al entorno eclesial, de acuerdo a las realidades de cada territorio.

“Estamos en la tarea de reconocernos… Lo de las semillas de la esperanza es ver las experiencias significativas, porque nos hemos dado cuenta que en Bogotá hay muchos trabajando con jóvenes. Hay movimientos juveniles; hay religiosos; hay parroquias; están las universidades, allí también está muy fuerte, y los jóvenes tienen hambre y sed de Dios, entonces está trabajando mucho esto”, señala.

 

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“Los movimientos juveniles y las universidades están muy fuertes en el tema de crecer en la espiritualidad, en el tema de formarse, o sea piden mucho. A veces decimos no hay jóvenes, pero en realidad hay muchos”.

El directorio, explica, “significa apoyarnos y ver que se puede trabajar en red”.

Próximas acciones

Paralelo a esta etapa de diagnóstico y planeación para el fortalecimiento de esta pastoral, desde Puente J, proyecto arquidiocesano, se encuentran proyectando la misión juvenil en junio; la preparación para el encuentro con el Santo Padre en agosto; y el festival juvenil en octubre, en el marco de la Semana Vocacional.

Rumbo a la JMJ 2023

Alrededor de 300 jóvenes de la Arquidiócesis, provenientes de parroquias, movimientos juveniles, universidades, comunidades religiosas, se encuentran preparándose para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa, del 1 al 6 de agosto, con el tema “María se levantó y partió sin demora”.

Se anima a todos los jóvenes a unirse a los talleres de preparación; a los encuentros que se realizarán de manera paralela en el marco de la Jornada; y a los encuentros posteriores.

“Es toda una tarea de mirar cómo el joven se levanta para construir su proyecto de vida de la mano de Jesús y de María”.

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Sobre el nuevo delegado

El padre Eduardo Andrés Ávila Antonio nació en Bogotá, en el hogar conformado por Carlos Eduardo Ávila y María Sixta Antonio.  

Realizó estudios de primaria en el colegio Colombo Latino (1994), secundaria en el colegio Claretiano de Bosa (2000), filosofía en el Seminario Mayor (2009), teología en el Seminario Mayor (2014).  Fue ordenado sacerdote el 15 de noviembre de 2014, por el cardenal Rubén Salazar Gómez, para el servicio de la Arquidiócesis de Bogotá.

Servicio pastoral en esta Arquidiócesis

Vicario parroquial en la Inmaculada Concepción - Fómeque (2014), vicario parroquial en San Miguel – Choachí (2015), párroco en San Alberto Hurtado (2016), capellán en el Colegio Nuestra Señora del Pilar – sede Chapinero (sección primaria – 2016), vicario parroquial en San Pablo (2020), actualmente es párroco en La Veracruz.

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A continuación, entrevista con el padre Eduardo Andrés Ávila Antonio:

Entrevista: padre Eduardo Andrés Ávila Antonio, delegado arquidiocesano de jóvenes
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones
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