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Equipo arquidiocesano de evangelización de la juventud se fortalece a nivel formativo, espiritual y comunitario

6 de marzo de 2025
 Retiro Puente J: Un Encuentro transformador de fe y comunidad.
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Equipo arquidiocesano de evangelización de la juventud 'Puente J' - Diaconía para la Esperanza.
Retiro 'Puente J': Un Encuentro transformador de fe y comunidad.

En ambiente de oración, reflexión y fraternidad, en la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción del municipio de Cáqueza (Cundinamarca) los jóvenes del equipo arquidiocesano de evangelización de la juventud ‘Puente J’, que cuenta con representantes de las diferentes vicarías episcopales territoriales, se reunieron durante el fin semana anterior para participar en un retiro orientado a reavivar la fe y fortalecer su compromiso con Dios. 

 

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Desde el viernes 28 de febrero en la noche hasta el domingo, 2 de marzo, al mediodía, la coordinación de la evangelización para la juventud, de la Diaconía para la Esperanza, adelantó distintas actividades, que permitieron a los participantes profundizar en su relación personal con Jesús y en su camino como discípulos. “Se reencontraron con ellos mismos y compartieran vivencias que marcaron un antes y un después en su camino espiritual”, precisaron los organizadores de la jornada.

Dinámicas que encienden la luz interior 

La experiencia inició con la cálida bienvenida, en la que se invitó a los jóvenes a abrir sus corazones. Uno de los momentos más simbólicos fue el juego «encuentra tu mitad», donde cada participante recibió la mitad de un corazón y, al buscar a su complemento, se abrieron espacios para conversar sobre sus expectativas y estado anímico. 

“Fue sorprendente cómo el Espíritu nos llevó a conectarnos con la persona adecuada en el momento adecuado”, comentó una de las participantes, destacando la conexión inmediata que se forjó en ese instante. 

Reflexión y renovación a través del Examen Ignaciano 

Otro pilar del retiro fue el examen de conciencia ignaciano. En un ambiente de recogimiento y silencio, los jóvenes se dedicaron a repasar su día, identificando momentos en los que sintieron la presencia de Dios y aquellos en los que se alejaron de su luz. La estructura del examen —que abarcó desde reconocer la presencia divina hasta formular compromisos para el futuro— permitió que cada uno se confrontara con su propio camino y se comprometiera a crecer en fe. «Fue como ver mi vida en un espejo, reconocer mis errores y agradecer las bendiciones», expresó una de las jóvenes. 

El discipulado, un camino de vida y misión

La hermana Magda Liliana Cruz, vicaria de la Diaconía para la Esperanza, acompañó este espacio con una reflexión en torno a lo que significa el discipulado como camino de vida y misión, en la que abordó los retos del discipulado a nivel personal, en las decisiones concretas, en la confianza plena en Dios y sus implicaciones y en la entrega generosa. 

“Como discípulos estamos llamados a vivir esta misión de manera radical no solo aprendiendo, sino dejándonos transformar, dando una respuesta personal y concreta en comunidad, el camino siempre será comunitario”, explicó. 

Adoración y peregrinación: encuentros que marcan el camino 

La jornada incluyó momentos de adoración al Santísimo, donde la contemplación y la meditación se convirtieron en el centro de la experiencia. Con velas encendidas que simbolizaban la luz de Cristo, los participantes se dejaron envolver por la paz y el amor divino. Con una oración de compromiso, que resonó en cada rincón del espacio, se dispusieron a la salida y el cumplimiento de su misión en el territorio arquidiocesano, desde la misericordia y la esperanza, en espíritu sinodal.

La experiencia se enriqueció con una peregrinación hacia la Virgen de Monruta, Virgen de la Paz, en Cáqueza. Enmarcada en el Jubileo de la Esperanza, esta actividad permitió a los jóvenes adentrarse en la historia y significado de esta advocación, símbolo de protección y amor maternal. En cada parada, se les invitó a reflexionar con preguntas como: «¿Qué significa para mí la esperanza?» y «¿Cómo puedo ser un discípulo fiel en mi entorno?». La respuesta a estas preguntas se tradujo en una vivencia comunitaria, que fortaleció el sentido de pertenencia y compromiso mutuo. 

 

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Un legado de fe y unidad 

Al concluir el retiro, los jóvenes del equipo arquidiocesano manifestaron gratitud y renovación en su servicio. 

Las actividades, desde la integración lúdica hasta las intensas jornadas de reflexión y peregrinación, no solo reforzaron la fe individual de cada joven, sino que también cimentaron la unión de un grupo, que ahora se ve a sí mismo como portador de un mensaje de esperanza y amor en el acompañamiento a los jóvenes de sus territorios vicariales y en el caminar en sinodalidad. 

“Este retiro me mostró que la fe se vive en cada encuentro, en cada risa y en cada silencio compartido, recordándome que nunca estamos solos en nuestro camino hacia la luz”, aseguró otro de los participantes.

Una invitación especial: Los jóvenes de esta ciudad región están invitados a sumarse a este camino de fe, fraternidad, formación y salida misionera, a través de los espacios / grupos juveniles constituidos en las parroquias; desde el voluntariado arquidiocesano; y desde, los encuentros preparatorios hacia el Jubileo de la Juventud 2025.

Conoce detalles sobre el itinerario formativo que brinda la Arquidiócesis de Bogotá como preparación para el Jubileo de la Juventud en este Año Santo de la Misericordia, aquí 

Informes: Coordinación de Infancia, Adolescencia y Juventud

Email: psninezia@arquibogota.org.co

Teléfono: (601) 568 99 27

 

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Fuente:
Equipo arquidiocesano de evangelización de la juventud 'Puente J' - Diaconía para la Esperanza.
Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones
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