Comunidad del barrio San Bernardo alzará su voz de protesta, desde la fe y la esperanza, ante el recrudecimiento de violencia 

El próximo domingo, 2 de marzo, a las 11 de la mañana, como parte de una iniciativa ciudadana desde la fe, la comunidad de esta zona del centro de Bogotá, localidad de Santa Fe, golpeada por la creciente violencia, que los mantiene en medio de temor, incertidumbre y desesperanza, se unirá en una procesión por la paz, que han denominado: ‘Unidos por San Bernardo, nos cansamos de la violencia y queremos hacer la diferencia’.

Bajo el cobijo de la patrona del sector, Nuestra Señora de los Dolores, la comunidad, convocada por el párroco, el sacerdote Juan Felipe Quevedo, en articulación con los líderes sociales, se encomendarán al amor maternal y protección de la Santísima Virgen María, con el rezo de los Siete Dolores de la Virgen, una devoción que consiste en acompañar a la Madre del Cielo en su gran misterio de amor, en los dolores que padeció antes, durante y tras la Pasión y Muerte del Señor.

“El mensaje que se quiere transmitir es que nosotros, como pobladores del Barrio San Bernardo, como Iglesia católica, ante la violencia queremos responder con esperanza, mostrándonos unidos como barrio… Y que realmente nos duele lo que se está viviendo aquí”, explicó el padre Juan Felipe, agregando que “la procesión no es algo violento ni impositivo, sino todo lo contrario, está permeada del espíritu de la reconciliación, del cambio, del espíritu de esperanza”.

“Queremos, a través de esta iniciativa, alzar una voz que nos invite a todos, como barrio San Bernardo, a reconocernos unos a otros como prójimos, como dolientes de la situación que estamos viviendo y nos devuelva este sentido comunitario”, insistió.

La procesión iniciará y finalizará en el templo, donde se celebrará la Santa Misa. Se espera abarcar el máximo territorio posible en el recorrido, incluyendo los puntos en los que el pasado 18 y 23 de febrero se registraron acciones violentas.

En contexto

​El barrio San Bernardo, situado en el corazón de Bogotá, ha experimentado una serie de transformaciones a lo largo de las últimas décadas, enfrentando desafíos sociales y de seguridad que han afectado significativamente la calidad de vida de sus habitantes.

​En febrero de 2025, este barrio fue escenario de dos graves incidentes de violencia que evidencian la compleja situación de seguridad en la zona. ​

Primer incidente: 18 de febrero de 2025

El 18 de febrero, alrededor de las 10:00 p.m., una granada de fragmentación explotó en el barrio San Bernardo, específicamente en la localidad de Santa Fe. El ataque dejó una mujer fallecida y siete personas heridas, quienes fueron trasladadas al Hospital Santa Clara para recibir atención médica. Las autoridades indicaron que el ataque fue dirigido contra habitantes de calle que se encontraban en el sector. Las investigaciones preliminares sugieren que el responsable del ataque se movilizaba en una motocicleta y, tras lanzar la granada, huyó del lugar. Este hecho se atribuye a disputas territoriales entre bandas criminales, específicamente 'Los Costeños' y 'Los Venezolanos', que buscan controlar las actividades delictivas en la zona. ​

Segundo incidente: 23 de febrero de 2025

Menos de una semana después, el 23 de febrero, otra explosión sacudió el mismo barrio. En horas de la tarde, un individuo lanzó una granada en la intersección de la calle 6 con carrera 10, resultando en tres personas heridas que fueron trasladadas a centros asistenciales cercanos. Las autoridades lograron capturar al presunto responsable. Las investigaciones apuntan a que este ataque también está relacionado con las disputas entre las mencionadas bandas por el control del microtráfico en la zona. ​

Respuesta de las autoridades

En respuesta a estos hechos, la Policía Metropolitana de Bogotá intensificó los operativos en San Bernardo. El 25 de febrero, más de 400 uniformados de diferentes especialidades fueron desplegados en el sector para realizar actividades de registro y control, con el objetivo de desarticular estructuras delincuenciales dedicadas al tráfico de estupefacientes. Estos operativos, según se informó, permitieron la captura de 199 personas por delitos como tráfico de estupefacientes y homicidio, además de la incautación de más de 300 armas.

No obstante, la comunidad continúa en medio de la zozobra, a la espera de la implementación de políticas públicas focalizadas en la recuperación del tejido social, la mejora de la infraestructura y el fortalecimiento de la seguridad, con el fin de recuperar la tranquilidad y calidad de vida.