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Documentos pontificios

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Nota doctrinal sobre los títulos marianos: La Madre del Pueblo Fiel, no Corredentora

4 de noviembre de 2025
Virgen María
‘Mater Populi fidelis’ es el título de la Nota Doctrinal publicada hoy, 4 de noviembre, por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

Firmada por el prefecto, cardenal Víctor Manuel Fernández, y por el secretario de la sección doctrinal, monseñor Armando Matteo; la Nota fue aprobada por el Papa León XIV el pasado 7 de octubre. Es el fruto de un largo y articulado trabajo colegial. Se trata de un documento doctrinal sobre la devoción mariana, centrado en la figura de María, asociada a la obra de Cristo como Madre de los creyentes. La Nota ofrece un importante fundamento bíblico para la devoción a María, además de recoger diversas aportaciones de los Padres, los Doctores de la Iglesia, elementos de la tradición oriental y el pensamiento de los Papas más recientes.

El documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe aclara los apelativos que deben usarse para Nuestra Señora. También se pide especial atención para el título "Mediadora de todas las gracias".

El texto doctrinal analiza una serie de títulos marianos, destacando algunos de ellos y desaconsejando el uso de otros. Títulos como Madre de los Creyentes, Madre Espiritual, Madre del Pueblo Fiel, son especialmente valorados por la Nota. Mientras que el título Corredentora se considera inapropiado e impropio. El título de Mediadora se considera inaceptable cuando adquiere un significado que es exclusivo de Jesucristo, pero se considera valioso si expresa una mediación inclusiva y participativa que glorifica el poder de Cristo. 

Los títulos de Madre de Gracia y Mediadora de Todas las Gracias se consideran aceptables en algunos sentidos muy específicos, pero se ofrece una explicación particularmente extensa de los significados que pueden presentar riesgos.


Lee aquí el texto completo de la Nota Doctrinal ‘Mater Populi fidelis’ 


En esencia, la Nota reafirma la doctrina católica que siempre ha destacado cómo todo en María está orientado hacia la centralidad de Cristo y su acción salvífica. Por ello, aunque algunos títulos marianos puedan explicarse mediante una correcta exégesis, se considera preferible evitarlos. 

En su exposición, el cardenal Fernández valora la devoción popular, pero advierte contra los grupos, las publicaciones que proponen un determinado desarrollo dogmático y suscitan dudas entre los fieles también a través de las redes sociales. 

El principal problema, en la interpretación de estos títulos aplicados a la Virgen, se refiere al modo de entender la asociación de María en la obra de la redención de Cristo (3).

Corredentora

En cuanto al título de "Corredentora", la Nota recuerda que algunos Papas “han utilizado este título sin detenerse demasiado a explicarlo. Generalmente lo han presentado de dos maneras precisas: en relación con la maternidad divina, en cuanto María como madre ha hecho posible la Redención realizada en Cristo, o bien en referencia a su unión con Cristo junto a la cruz redentora”. El Concilio Vaticano II había decidido no utilizar este título "por razones dogmáticas, pastorales y ecuménicas". San Juan Pablo II "lo utilizó, al menos en siete ocasiones, relacionándolo especialmente con el valor salvífico de nuestro dolor ofrecido junto al de Cristo, al cual se une María sobre todo en la cruz" (18).

El documento cita una discusión interna en el seno de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, que en febrero de 1996 había debatido la petición de proclamar un nuevo dogma sobre María: "Corredentora o Mediadora de todas las gracias". La opinión de Ratzinger fue contraria: "El significado preciso de los títulos no es claro y la doctrina en ellos contenida no está madura... Sin embargo, no se ve de un modo claro cómo la doctrina expresada en los títulos esté presente en la Escritura y en la tradición apostólica". Más tarde, en 2002, el futuro Benedicto XVI también se había expresado públicamente en el mismo sentido: "La fórmula ‘Corredentora’ se aleja demasiado del lenguaje de las Escrituras y de la patrística y, por tanto, provoca malentendidos... Todo procede de Él, como dicen sobre todo las epístolas a los Efesios y a los Colosenses. María es lo que es gracias a Él. La palabra ‘Corredentora’ ensombrecería ese origen". El cardenal Ratzinger, aclara la Nota, no negó que hubiera buenas intenciones y aspectos valiosos en la propuesta de utilizar este título, pero argumentó que era "un vocablo erróneo" (19).

El papa Francisco expresó, al menos tres veces, su posición claramente contraria al uso del título Corredentora. El documento doctrinal concluye al respecto: “Es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María. Este título corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo y, por tanto, puede generar confusión y un desequilibrio en la armonía de verdades de la fe cristiana... Cuando una expresión requiere muchas y constantes explicaciones, para evitar que se desvíe de un significado correcto, no presta un servicio a la fe del Pueblo de Dios y se vuelve inconveniente" (22).

Mediadora

La Nota subraya que la expresión bíblica que se refiere a la mediación exclusiva de Cristo “es contundente”. Cristo es el único Mediador (24). Por otra parte, subraya "un uso muy común de la palabra 'mediación' en los órdenes más variados de la vida social, donde se entiende simplemente como cooperación, ayuda, intercesión. Por consiguiente, es inevitable que se aplique a María en sentido subordinado y de ningún modo pretende añadir alguna eficacia, o potencia, a la única mediación de Jesucristo" (25). Además -reconoce el documento- “es evidente que hubo una forma de real mediación de María para hacer posible la verdadera Encarnación del Hijo de Dios en nuestra humanidad" (26).

Madre de los creyentes y Mediadora de todas las gracias

La función materna de María “de ninguna manera disminuye o hace sombra” a la única mediación de Cristo, "sino que manifiesta su eficacia ". Entendida así, “la maternidad de María no pretende debilitar la única adoración que se debe solamente a Cristo, sino estimularla”. Por tanto, hay que evitar, afirma la Nota, "títulos y expresiones referidas a María que la presenten como una especie de ‘pararrayos’ ante la justicia del Señor, como si María fuese una alternativa necesaria ante la insuficiente misericordia de Dios" (37, b). 

El título de "Madre de los creyentes" permite hablar de "una acción de María también en relación con nuestra vida de gracia" (45). Sin embargo, debemos guardarnos de expresiones que puedan transmitir "contenidos menos aceptables" (45). El cardenal Ratzinger había explicado que el título de María mediadora de todas las gracias tampoco se veía claramente fundado en la Revelación, y en sintonía con esta convicción -explica el documento- reconocer las dificultades que conlleva tanto en la reflexión teológica como en la espiritualidad. (45). 

En efecto, "ninguna persona humana, ni siquiera los apóstoles o la Santísima Virgen, puede actuar como dispensadora universal de la gracia. Sólo Dios puede regalar la gracia y lo hace por medio de la Humanidad de Cristo" (53).

Títulos como Mediadora de todas las gracias tienen, por tanto, "tienen límites que no facilitan la correcta comprensión del lugar único de María. De hecho, ella, la primera redimida, no puede haber sido mediadora de la gracia recibida por ella misma" (67). Sin embargo, reconoce finalmente el documento, "la expresión ‘gracias’, referida a la materna ayuda de María en distintos momentos de la vida, puede tener un sentido aceptable ". El plural expresa de hecho " todos los auxilios, aun materiales, que el Señor puede regalarnos escuchando la intercesión de la Madre" (68).


Fuente: Vatican News / vatican.va

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