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Jean Vanier recibió el premio Templeton tras más de cincuenta años cuidando personas con discapacidad psíquica

25 de marzo de 2015
Jean Vanier recibió el premio Templeton tras más de cincuenta años cuidando personas con discapacidad psíquica

Jean Vanier fundó la comunidad de El Arca y el movimiento Fe y Luz, y vive desde hace cincuenta años asistiendo a los discapacitados mentales. Acaba de ganar la edición…

Jean Vanier es un laico católico de orígenes canadienses que nació en 1928.  Vanier decidió en 1964 ir a vivir a Trolsy, en la campiña francesa, para acoger en su casa a dos discapacitados mentales. Fue así como nació la experiencia de El Arca, una red de comunidades que se convirtió muy pronto en uno de los testimonios cristianos más significativos sobre el respeto de la dignidad de las personas afectadas por graves discapacidades mentales.

Hoy El Arca cuenta con 147 comunidades residenciales en 35 países del mundo. Si se consideran además los grupos de Fe y Luz, el movimiento fundado por Vanier para promover la fraternidad entre los discapacitados, son más de 1,500 en 82 naciones. Lo que ofrece El Arca no es simplemente asistencia, sino un camino que considera a los discapacitados mentales como un valor que debe ser custodiado dentro de la Iglesia y de la sociedad. Esta idea, marcada por el descubrimiento cotidiano de la riqueza de muchas vidas concretas en esta periferia existencial, es el argumento de más de treinta libros escritos por el mismo Vanier y que se han convertido a lo largo de los años en “best-seller” de espiritualidad.

Partiendo justamente de las fragilidades, el fundador de Fe y Luz (que fue durante varios años miembro del Pontificio Consejo para los Laicos), ha afrontado la pregunta sobre qué significa ser «plenamente humanos». «Antes de ser cristianos, judíos o musulmanes –fue su respuesta en el mensaje de agradecimiento por haber recibido el prestigioso premio–, antes de sufrir una discapacidad visible o invisible, todos somos seres humanos con un corazón capaz de amar».

 

Biografía de Jean Vanier

Su padre, Georges P. Vanier, fue un famoso militar y diplomático canadiense, héroe condecorado en la Primera Guerra Mundial, que llegó a ser gobernador general de Canadá en 1959. Cuando nació Jean, su padre era el representante de Canadá en la Liga de las Naciones, en Ginebra.

Jean Vanier, católico, filósofo, oficial de marina y con estudios en teología, es mundialmente reconocido por su labor junto a las personas con discapacidad mental. Fundó las comunidades de El Arca , que brindan hogares y talleres donde conviven personas con discapacidad mental y sin ella, en un ambiente familiar. A su vez, es el fundador de las comunidades de Fe y Luz , para familiares de personas con discapacidad.

Jean vivió su infancia entre Inglaterra, Canadá y Francia. A los 13 años sintió la llamada de la carrera militar, e ingresó en el Colegio de la Marina Real de Darmouth, sirviendo como Oficial de la Marina Británica en la fragata de guerra Vanguard. Años más tarde, Jean recordará de manera especial lo que significó para él que su padre le permitiera enlistarte en la carrera militar con solo 13 años: "Jean, yo confío en ti" le dijo su padre. Más tarde fue destinado en el portaaviones de la Marina Canadiense Magnificent. En total permaneció 9 años en la Marina de Guerra.

En 1950 abandonó voluntariamente su prometedora carrera militar, para dedicarse, durante 10 años, al estudio de la Filosofía y la Teología. Ingresó en una Comunidad Cristiana de laicos, situada cerca de París y denominada El Agua Viva, dirigida por el sacerdote dominico Thomas Philippe . En esta comunidad las personas compartían su vida y su trabajo mientras estudiaban Filosofía y Teología. Jean permaneció 6 años en El Agua Viva, de la que llegó a ser el Director. En esta etapa de su vida alternó el estudio con otras experiencias, incluyendo estancias en La Trappe, en Bellefontaine, en Fátima y en una granja. En 1962 recibió el Doctorado en Filosofía por su Tesis titulada "La felicidad: principio y fin de la moral aristotélica"; poco después se trasladó como profesor al Colegio Saint Michael de la Universidad de Toronto, en Canadá.

En 1963 regresó a Francia para visitar de nuevo a su amigo y Consejero Espiritual, el padre Thomas Philippe, que en ese momento era capellán de una Residencia que acogía a unos 30 hombres con una deficiencia mental, llamada El Valle Florido. El contacto con estas personas le conmovió profundamente. Tras una trayectoria vital marcada en primer lugar por la autoridad y la eficacia, y posteriormente por la formación y el rigor intelectual, Jean descubrió a través de estas personas una nueva forma de vivir, basada esencialmente en la relación.

Animado por el padre Thomas Philippe, compró en 1964 una vieja casa en ruinas en Trosly-Breuil, un pequeño pueblo de Francia, no lejos de París. La casa fue inaugurada el 5 de agosto de 1964, y bautizada con el nombre de El Arca (en francés L’Arche), como signo de acogida y de la Alianza entre Dios y el hombre. A este hogar invitó a vivir con él a 2 personas con una deficiencia mental, Raphaël Simi y Philippe Seux, provenientes de una Residencia. Con este gesto de acogida nacieron las comunidades de El Arca, movimiento que acoge a personas con una deficiencia mental sin hogar. Hoy en día existen más de 135 comunidades de El Arca en todo el mundo, incluyendo hogares en Australia, Bélgica, Burkina Faso, Canadá, Costa de Marfil, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Haití, Honduras, India, Irlanda, Italia, Reino Unido, Suiza, etc.

En 1971 hizo realidad una idea concebida junto a la francesa Marie-Hélène Matthieu, responsable de la OCH (Oficina Cristiana para las Personas con Deficiencia). Se trataba de celebrar una peregrinación de Pascua a la ciudad de Lourdes, donde los protagonistas fueran personas con una deficiencia mental venidas de todo el mundo, junto con sus familias y sus amigos. Como fruto de esta peregrinación nacieron las Comunidades Fe y luz , movimiento que hoy acoge a más de 1800 comunidades en todo el mundo.

En 1981, Jean Vanier decidió dejar en manos de otros su reponsabilidad al frente de la Federación Internacional de Comunidades de El Arca. Actualmente sigue viviendo en uno de los hogares de Trosly-Breuil, y dedica gran parte de su tiempo a visitar las Comunidades de El Arca y Fe y Luz en todo el mundo, apoyando a sus miembros y celebrando conferencias y retiros.

Jean Vanier ha escrito más de 20 libros sobre el hombre, la sociedad y la vida comunitaria, así como sobre aspectos fundamentales del Evangelio y de la vida de las personas con deficiencia mental. Entre sus obras más conocidas se encuentran Cada persona es una historia sagrada, La comunidad: lugar de perdón y de fiesta, Hombre y mujer los creó, Amar hasta el extremo, Acoger nuestra humanidad, entre muchos otros.

En la actualidad, es reconocido mundialmente como un gran conferenciante y un verdadero profeta de nuestro tiempo. Es, ante todo, un hombre de Iglesia, con una activa participación en el Consejo Pontificio para los Laicos, en numerosos Sínodos, y en el Congreso Eucarístico del Año Jubilar del 2000. Fruto de su obra y su carisma, recibió en 1997 el Premio Pablo VI, entregado por el propio Juan Pablo II en un acto en el que destacó la labor de Jean Vanier como “una semilla providencial para una verdadera civilización del amor, un signo de una familia realmente humana, una sociedad completamente civilizada y una iglesia auténticamente cristiana”.

En reconocimiento a sus contribuciones a la humanidad, Jean Vanier ha recibido numerosos premios incluyendo el de la Orden de Canadá6 , la Legión de Honor (Francia) y numerosos premios de grupos religiosos, entre ellos el Premio Internacional Pablo VI, la Galardón Internacional de la Paz de la Comunidad de Cristo , el Premio Humanitario del Rabino Gunther Plaut y el premio Gaudium et Spes de los Caballeros de Colón .

El papa Juan Pablo II elogió el trabajo de Jean en la creación de El Arca, diciendo: "Durante los últimos 30 años El Arca se ha convertido en un signo dinámico y providencial de la civilización del amor".

 

Hay escuelas que llevan su nombre en Whitehorse, Yukon, Londres, Ontario, Scarborough, Ontario; Collingwood, Ontario, Hamilton, Ontario, Richmond Hill, Ontario, y Welland, Ontario. El miércoles 24 de octubre 2007, Jean habló en el Upper Canada College en Toronto. Ha sido nominado varias veces al Premio Nobel de la paz. En 2003, fue nombrado Oficial de la Orden de la Legión de Honor.

Vanier en 2006 recibió el prestigioso Premio Beacon de becas por su compromiso permanente con el cuidado, el bienestar y la independencia de las personas con discapacidad en todo el mundo.

 

El Premio Templeton

El Premio Templeton (cuyo nombre completo, en inglés, es Templeton Prize for Progress Toward Research or Discoveries about Spiritual Realities) es un premio internacional otorgado anualmente desde 1972 por la Fundación John Templeton a las personalidades que contribuyen a la investigación o los descubrimientos de realidades espirituales.

 

El premio lleva el nombre de su fundador, Sir John Templeton, un empresario estadounidense de origen británico, nombrado caballero en 1987 por Isabel II en reconocimiento a su labor como filántropo. Hasta 2001 se llamó Premio Templeton para el progreso de la religión y desde 2001 hasta la actualidad se le ha llamado Premio Templeton para el Progreso hacia la investigación o descubrimientos sobre realidades espirituales. Actualmente el premio es entregado por el príncipe Felipe de Edimburgo en una ceremonia que tiene lugar en el Palacio de Buckingham.

 

El Premio rinde homenaje a una persona viva que haya hecho una contribución excepcional a la afirmación de la dimensión espiritual de la vida, ya sea a través de una idea, descubrimiento, o la práctica de determinadas obras.

 

Hombres y mujeres de cualquier credo, profesión u origen nacional pueden ser nominados para el Premio Templeton. La distinguida lista de anteriores ganadores incluye a representantes del cristianismo, el judaísmo, el islamismo, el hinduismo y el budismo. Entre ellos hay varios premios Nobel. El Premio ha sido otorgado a físicos, teólogos, ministros, filántropos, escritores y reformistas, por trabajos que han variado desde la creación de nuevas órdenes religiosas y movimientos sociales hasta estudios humanísticos y de investigación sobre los orígenes del universo.

 

Algunos galardonados han demostrado el poder transformador de virtudes como el amor, el perdón, la gratitud, y la creatividad. Otros han proporcionado nuevos conocimientos científicos sobre las cuestiones relativas al infinito, en última instancia la realidad, y el propósito en el cosmos.2 Por último, otros han utilizado las herramientas de las humanidades para proporcionar nuevas perspectivas sobre los dilemas espirituales de la vida moderna.

 

En 2009 el Premio Templeton fue dotado con 1.000.000 libras esterlinas (equivalente a 1.117.800 euros). El importe del Premio se ajusta cada año, para que sea superior al del Premio Nobel y es el mayor premio que se otorga a una persona por su mérito intelectual.

 

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