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Dejar lo terreno por una vida espiritual una decisión nada convencional

20 de octubre de 2015
Dejar lo terreno por una vida espiritual una decisión nada convencional

Saber cuanto bien nos hacen las oraciones de aquellas mujeres que entregan su vida a la oración, para que a todos les lleguen sus bendiciones. La profesión de fe…

La profesión perpetua es confirmar definitivamente su servicio a Dios haciendo un verdadero pacto de amor, poniendo la libertad a su servicio, renunciando totalmente al mundo exterior. 

Antes de entrar a este significativo acto religioso y tras las rejas que evidenciaban su clausura pudimos preguntarle: 

 

Este día es muy importante, ¿qué es lo que la hace más feliz hoy?

       

¿Cómo se hizo presente su vocación?

Al tomar esta decisión, ¿qué la hace más feliz?

¿Qué significado tiene esta profesión de fe?

¿Cómo es la vida contemplativa?

 Estamos en el año de la vida consagrada, ¿qué llamado hace usted a otras mujeres?

Para ilustración de nuestros lectores, ¿qué significado tiene el velo que porta?

 

En el momento de su consagración perpetua la hemana se postro boca abajo, simbolizando la entrega a Dios completamente, y lo vano del poder temporal de las cosas de este mundo.

La entrega de signos muestra acciones significativas y cambios profundos en la vida.

Primero se cambia el velo blanco que significa profesión temporal; ahora será de color negro  comprometiéndose definitivamente, de por vida, con Dios, aceptando vivir bajo la mirada del Señor. El velo simboliza humildad y modestia recordándole que ahora pertenece a Cristo, ser exclusivamente su esposa, oculta bajo el velo para agradarlo solo a Él con la pureza e intensidad de su amor.

El crucifijo entregado por el padre Víctor Moreno y que colgará en su pecho es más grande, recuerda que Jesús tanto nos amó que dio su vida por nosotros: Mediante los votos de pobreza, castidad y obediencia, la monja también se ha colocado en la cruz. Como esposa de Cristo, debe vivir una vida de abnegación.

  Por último, se entrega un cirio encendido que significa la presencia de un Cristo vivo que la acompañará en su vocación.

Uno de los momentos más significativos es el encuentro con las otras religiosas quienes celebraban con ella su integración permanente al monasterio y quienes pusieron sobre su cabeza una corona de flores celebrando el compromiso de los votos perpetuos de obediencia, pobreza y castidad, y la muerte, considerada como el encuentro definitivo con Jesús.

 

El padre Víctor terminó la ceremonia felicitando a la novia, deseándole lo mejor. 

La señora María Yolanda Pulido madre de la hermana Trinidad reflejaba en su rostro gran tristeza, para ella es difícil aceptar la decisión de alejarse de su única hija mujer, con pocas palabras nos contó lo siguiente:

Una de sus sobrinas mostrando en su rostro alegría por su tía también mostró gran nostalgia ya que el hecho de ser una monja de clausura hacía más difícil su interacción con ella. Al respecto dijo:

 

El último compartir con familiares se hizo tras unas rejas que la separaban nuevamente del mundo exterior, pero la acercaban más a Dios, una mujer estudiada, joven y de un corazón inmenso entraba a orar y pedir por todos los que elegimos una vida ruidosa de escándalos y poca fe. 

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