Defender la Familia

"La familia se ve también amenazada por el creciente intento, por parte de algunos, de redefinir la institución misma del matrimonio, guiados por el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida"(Papa Francisco Discurso en Manila Enero 2015).

En nuestra época el matrimonio se considera una forma de gratificación afectiva que puede constituirse y vivirse de cualquier modo y modificarse según la sensibilidad de cada uno, y legislado desde las leyes estatales que promueven políticas públicas en contra de la vida, del matrimonio y la familia. "La familia se ve también amenazada por el creciente intento, por parte de algunos, de redefinir la institución misma del matrimonio, guiados por el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida"(Papa Francisco Discurso en Manila Enero 2015).

Así se puede constatar ante el reciente y trágico fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos donde se ha legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo. Para muchos ha sido una alerta de lo que se ve venir, y para otros es motivo de una gran alegría. Nos encontramos ante una ¨GUERRA IDEOLOGICA¨ donde sus consecuencias se han extendido en múltiples campos culturales y sociales, desvirtuando el sentido de la naturaleza humana, generando unatransformación social y jurídica que vulnera la DIGNIDAD del SER HUMANO y la FAMILIA.

La base de este pensamiento es la Ideología de Género, una "nueva" tendencia de pensamiento, que afirma, sin ninguna base científica que los seres humanos no nacemos ni hombres ni mujeres, sino que nacemos genéricamente neutros y es la cultura la que nos determina(construcción social). Introduce un NUEVO CONCEPTO DE HOMBRE: Construcción personal que no responde a la naturaleza sino a aspectos socioculturales. Busca la IGUALDAD TOTAL entre hombres y mujeres (no en dignidad).

Considera que la MUJER es víctima oprimida por el hombre y las instituciones. Debe poder elegir libremente su género, su estilo de vida, su reproducción, sexualidad; sin compromiso alguno. Necesita ser liberada del matrimonio, la familia y los hijos. En el feminismo radical de género, se asegura que "la mujer no nace, se hace".

La base de trabajo de esta ideología son los sistemas de educación escolar. Colombia ha venido firmando tratados vinculantes con la ONU, y el gobierno colombiano maneja un presupuesto de dos millones de dólares para implementar esta ideología.

Hoy se educa a los niños en el radicalismo libertario, donde la libertad se entiende como pura posibilidad de elección sin sentido de finalidad, o de compromiso, y es aquí donde le roban sentido sacramental del matrimonio, es decir la gracia santificante y la vocación al matrimonio, porque les enseña que todo se hace "porque lo que quiero lo hago".

Ya lo ha manifestado en varias ocasiones el papa Francisco cuando habla de "...la nueva colonización ideológica. Existen colonizaciones ideológicas que buscan destruir la familia.No nacen del sueño, de la oración, de la misión que Dios nos da. Vienen de afuera, porque eso digo que son colonizaciones. No perdamos la libertad de la misión de la familia". No cabe duda de que existe una confrontación ideológica y de que quienes están inmersos en sus respectivas ideologías atacan directamente al matrimonio y a la familia. Hay muchos católicos que viven inmersos en la cultura de género, que les da igual una manera de vida que otra, guiados por un sentimentalismo erróneo que está cegando la conciencia moral de sus corazones y nos les permite ver la Verdad. Nos queda mucho camino por recorrer en el ámbito de la evangelización y también en el de la vida cristiana. Ser católico no consiste en tener ideas católicas, sino en vivir la vida de Cristo e imitarle.

Hoy más que nunca es necesario un papel activo de los Laicos en la Iglesia, hoy más que nunca necesitamos de los Laicos para que sea testimonio vivo de Cristo en sus familias, en sus lugares de trabajo, en los sitios donde se desenvuelve diariamente su vida cristiana para transmitir ese bonus odor Christi.

Hoy hemos de tener Fe en la inamovible verdad sobre el matrimonio, enraizada en la inmutable naturaleza de la persona humana y confirmada por la divina revelación; esperanza en que esta verdades prevalecerán de nuevo en la sociedad, no solo por su lógica sino por su belleza y servicio manifiesto al bien común.

Antes esta "concepción reductiva" del matrimonio que vivimos hoy y que "también influye en la mentalidad de los cristianos" y lleva a considerar como matrimonio cualquier "forma de gratificación afectiva", hemos de unirnos, de trabajar juntos por manifestarle al hombre su dignidad de hijo de Dios, que la felicidad no está en el placer sino la obediencia

Hay una batalla que debemos librar, y las armas para ganar son la Verdad que Cristo nos enseñó. La batalla final se ha de librar contra la familia y el matrimonio, porque destrozada la familia se destruye la fe, la sociedad y el mismo hombre. La fe ya no se propagará. La fe ya no se vivirá, no progresará, no aumentará, no se "contagiará". Será la semilla caída en pedregal. La destrucción de la familia, del matrimonio, es un ataque directo a la fe católica de tal forma que es un ataque directo a Dios Padre Todopoderoso, que ve en el matrimonio el reflejo del desposorio de su Bendito Hijo, el Cordero de Dios, con su Iglesia, en su Santo Espíritu.