Reconocidas las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María Berenice Duque Hencker

María Ana Julia Duque Hencker nace el 14 de agosto de 1898 en Salamina-Caldas (Colombia). Primogénita de 18 hermanos (entre ellos un sacerdote y tres religiosas), fue bautizada en la parroquia de la Inmaculada Concepción, el 16 de agosto de 1898.

Sus padres Antonio José Duque Botero, cristiano convencido y hombre de negocios, y Ana Berenice Hencker Rister era una piadosa mujer consagrada a la práctica asidua de las obras de misericordia y verdadera educadora de sus hijos. Su origen alemán dio a sus hijos un temple cristiano e intelectual.

Tras salvar dificultades, particularmente la oposición de su padre, ingresa a la vida religiosa con las Hermanas Dominicas de la Presentación, en Bogotá el 20 de diciembre de 1917, a la edad de 19 años. Tomó el hábito el 26 de julio de 1918 y recibió el nombre de Berenice. Emite los primeros votos el 21 de noviembre de 1921 y la Profesión Perpetua en 1925. Maestra en varios colegios de su Congregación, desempeña luego el cargo de auxiliar de la Maestra de novicias, Directora de estudios y Maestra de Junioras, en Medellín. Durante esta etapa compaginó las tareas congregacionales con el apostolado con la gente marginada en los barrios pobres de la ciudad.

El pasado 12 de febrero, por medio de un comunicado de prensa, el Vaticano dio a conocer la lista de las personas que entrarían en el proceso para ser beatificadas por sus obras en diferentes partes del mundo, una de ellas es la hermana Berenice. La religiosa dedicó toda su vida a la comunidad que creó y que hoy tiene más de 600 religiosas en Latinoamérica.

La madre Duque Hencker falleció a los 95 años en la casa madre de la comunidad, donde vivió gran parte de su vida.

Llevada por su sensibilidad por los pobres y por el deseo de dedicarse a llevar el Evangelio a la gente más humilde, especialmente a los jóvenes, fundó su propio grupo religioso. Es así como las Hermanitas de la Anunciación son conocidas en diez países y 110 comunidades locales de América Latina.

El trabajo de la comunidad se realiza a través de guarderías, preescolares, escuelas, colegios, misiones, movimientos laicales en pequeñas ciudades, barrios marginales y sectores rurales.

La religiosa fue definida por sus allegados como una persona con una gran tendencia hacia la vida contemplativa y que aprendió de las Dominicas de la Presentación la actitud de servir a la Iglesia en los más necesitados.

Podríamos definirla como una mujer andariega, al estilo de Teresa de Jesús, arriesgada por su gran deseo de servir, celosa por el progreso espiritual y material de la comunidad, preocupada por cada una de sus hijas, de quienes le inquieta su bienestar físico, espiritual y material, dice un artículo de la revista de la comunidad.

 Imagen: archivos comunidad Congregación de las Hermanas de la Anunciación: Berenice laica, hermana de la Presentación y sus padres