“Ser testigos de la Luz”
Desde la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, OAC – Bogotá y la Vicaría de Evangelización, para este tiempo de la novena de navidad y el mes de enero 2015, se…
Para ello, queremos invitar a nuestros cibernautas para que participen enviando sus experiencias o mensajes como “Testigos de la Luz” sea de manera escrita o a través de un spot, un corto video a los correos: comunicacionesperiodista@arquibogota.org.co , comunicacionesgrafico@arquibogota.org.co
Durante la novena de navidad y el mes de enero que es cuando los publicaremos todos en la web y redes sociales.
Con esta campaña, también queremos contribuir a la construcción de la Cultura de la Vida, con testimonios que se comunican a través de diferentes medios: mensajes escritos, videos, obras artísticas, fotografías, entre otros, con los que esperamos también participen expresando el sentido de esta campaña.
Les compartimos un ejemplo, con el video de promoción para la campaña Dar a Luz y una reflexión de motivación para que desde el 24 de diciembre, renovemos nuestra misión de ser Testigos de la Luz.
VIDEO PROMOCIONAL CAMPAÑA DAR A LUZ:
Testigo ha sido la palabra del pasado tercer fin de semana de Adviento, la cual es aplicada a Juan Bautista quien es nuestro compañero de camino para reconocer a Jesús como la luz de nuestra vida.
El lugar que el Bautista asume y como veíamos el domingo pasado era el de mensajero y testigo. ¿De quién es testigo? El Evangelio de Juan es uno alto en imágenes simbólicas o conceptos diferentes a los sinópticos (Mt, Mc, Lc) y una de ellas es la “Luz”. Jesús es identificado con ella cuando se dice “Él (Juan Bautista) no era la luz, sino un testigo de la luz” (Jn 1,8).
Juan Pablo Espinosa, profesor de Religión y Filosofía nos explica: Pienso aquí en la Primera Lectura de la Nochebuena tomada de Isaías: “El pueblo que caminaba a oscuras vio una luz inmensa, los que habitaban un país de sombras se inundaron de luz” (Is 9,1). El que es identificado con la luz es el Mesías que permite que los que viven en las sombras de la desesperanza puedan caminar en una luz nueva e intensa. Es la gran luz que no conoce ocaso y de la cual los creyentes hemos de transformarnos en testigos.
“Testigo” y “testimonio” son palabras que van indisolublemente unidas.
En el Adviento la Iglesia ha de volver a comprender que su verdadero sentido se ubica justamente en la actividad de testimonio que da a un mundo que vive en sombras y que camina a oscuras.
Si indagamos un poco más en la palabra griega para decir testigo nos daremos cuenta que ésta es “mártir”. Así, la espiritualidad del Adviento es una de carácter martirial. Como cristianos y cristianas debemos aprender a correr riesgos por el sólo hecho de vivir nuestra fe. Los riesgos vienen como parte integradora de nuestra común vocación bautismal que nos hace profetas, es decir, mensajeros que anuncian la Palabra de Dios y denuncian aquellas estructuras de pecado social y personal que denigran la dignidad de la persona, imagen y semejanza de Dios.
Quizás el mayor testimonio de que la Iglesia aún tiene una palabra que decir en este mundo es que vive su vocación con alegría, con esa sonrisa que nos ha recordado Francisco. ¡No nos dejemos robar la alegría! ¡No dejemos de testimoniar con palabras y obras aquél Reino que nos trajo la Luz que iluminó para siempre la noche del mundo! ¡No nos cansemos de ser testigos de la luz.
PREGUNTA PARA LA REFLEXIÓN
¿Cómo puedo ser testigo de la Luz?
COMPROMISO
Envíanos tu testimonio o mensaje en un video, fotografía u obra artística a los siguientes correos: comunicacionesperiodista@arquibogota.org.co , comunicacionesgrafico@arquibogota.org.co
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